En menos de dos semanas, tres personas me han preguntado por este tipo de
dieta. ¿Casualidad? Seguramente. Según ellas, el médico les había
indicado que siguieran una “dieta alcalina” para mejorar sus problemas
digestivos, y en uno de los casos para a la vez perder peso.
A groso modo, podríamos decir que la dieta
alcalina se compone de aproximadamente de un 80% de alimentos
alcalinos y un 20% de alimentos ácidos.
¿Y como podemos medir la alcalinidad o acidez de los alimentos? El grado de
alcalinidad y de acidez se mide a través de una escala de pH (potencial de
hidrógeno), mediante una escala del cero 0 (ácido extremo) hasta 14 (alcalino
extremo), siendo el 7 el valor base o neutro.
Los valores pH entre 0 y 6.9 están considerados ácidos y los valores que
van de 7 a 14 son propios de una base alcalina. En medicina oriental (y en la
dieta Macrobiótica también), lo ácido se clasifica como
Yin y lo alcalino como Yang, siendo deseable la
tendencia al equilibrio entre los extremos.
La clave de la dieta alcalina consiste en aumentar la cantidad de alimentos
o productos alcalinos y reducir el consumo de los alimentos o productos
ácidos. Una dieta con base alcalina es beneficiosa para la salud, ya que
intenta reducir al máximo los alimentos
procesados, las proteínas animales, el azúcar y la cafeína, para eliminar
“toxinas ácidas”, a cambio de sumar minerales
alcalinos como el sodio, potasio, magnesio y calcio.
¿Y como saber cuales son los alimentos de base alcalina? Principalmente son
los siguientes:
Frutas de temporada y que sean maduras, (manzana, naranja, limón, mandarina, pomelo, plátano,
pera, uva, castañas, etcétera).
Cereales integrales alcalinizantes (quínoa, mijo o cebada) y/o los que sean menos acidificantes (arroz, trigo
sarraceno).
Legumbres: garbanzos y judías blancas.
Aceites y semillas: Aceite de oliva,
girasol, semillas de calabaza, sésamo, girasol.
Fitoterapia (hierbas) alcalinizantes: el diente de león, la bardana y el te verde.
Algas marinas: Su alto contenido en minerales, fibra y demás nutrientes, las convierten en
una atractiva propuesta para una base alcalinizante.
En cuanto al resto de alimentos, algunas recomendaciones básicas para hacer
que la dieta tenga una base más alcalinizante o menos ácida es:
Sustituir la carne por pescado (salvaje, no de piscifactoría).
Sustituir el café por té verde.
Sustituir el azúcar por la Stevia.
Sustituir la sal común por la sal marina sin refinar o por sal del
Himalaya.
Sustituir la leche de vaca (o reducirla) por leche de avena, almendras o
arroz.
Sustituir el vinagre de vino por el de manzana.
Como os habréis dado cuenta, en esta lista y recomendaciones todavía faltan
muchos alimentos, pero mediante ellos, os podéis hacer una idea orientativa de
los que tienen una base alcalina y una base ácida. La dieta con una base de
alimentos alcalinizantes ayuda a desintoxicar el organismo de sustancias
dañinas o tóxicas y contribuye a mejorar la salud en general.
Este tipo de dieta puede estar indicada para personas que quieran seguir
una dieta desintoxicante para perder peso y/o ganar energía, así como para las
que sufran problemas digestivos, como acidez o hernia de hiato, pero siempre de
comenzar cualquier régimen consultarse con un médico, para que marque el tiempo
y las pautas alimenticias particulares de cada persona, según sus necesidades.
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